Un aspecto clave de nuestro enfoque es que los pulsadores instalados no tienen una única función predefinida. Cada uno de ellos puede programarse para realizar diversas tareas según las preferencias del cliente. Un mismo pulsador puede, por ejemplo, controlar las luces, ajustar las persianas, activar un escenario de iluminación o cambiar la temperatura del ambiente. Todo depende de cómo el usuario desee configurarlo.
Lo mejor de todo es que, incluso después de la instalación, es posible reconfigurar las funciones de cada elemento. Si el cliente decide, más adelante, que un pulsador que antes controlaba la iluminación ahora debe gestionar el sistema de sonido, o si prefieren cambiar un escenario de “salida de casa” por uno de “relax”, esto se puede hacer de manera rápida y sencilla, sin necesidad de cambios físicos en la instalación. Nuestra filosofía es ofrecer un sistema flexible, en el que cada elemento pueda adaptarse a los cambios en el estilo de vida y las preferencias de los usuarios, garantizando un hogar completamente personalizable y siempre en evolución.
